Cavitación médica Cavitación estética: diferencia

Las terminologías técnicas a menudo confunden a las personas. Así que tratamos de aclarar.

Hay dos tipos de cavitación: Cavitación médica y Cavitación estética

Cavitación médica: es el fenómeno de la cavitación que se genera a través de las máquinas que emiten ultrasonidos de baja frecuencia (30-40 KHZ, Kilo Hertz).

Además en la cavitación médica, el tratamiento en caso de necesitarse, puede ir acompañado por inserciones basadas e una mezcla de fármacos que producen el desdoblamiento de las grasas, fomentando el proceso para derretir el tejido adiposo consiguiendo así resultados superiores en mucho menos tiempo.

Cavitación estética: es el fenómeno de la cavitación que se genera a través de máquinas que emiten ultrasonidos de alta frecuencia (1-3 MHz, Mega Hertz).

Es esencial explicar, como se explicará más adelante, que los ultrasonidos de alta frecuencia no alcanzan el nivel de grasa subcutánea, sino que permanecen confinados a la piel para estimular solo la piel para tonificarla.

El término “cavitación médica” significa el tratamiento realizado por medio de ultrasonidos de baja frecuencia. Por otro lado, el tratamiento realizado mediante ultrasonidos de alta frecuencia está destinado a la cavitación estética.

Las dimensiones de las microburbujas, generadas por el fenómeno de cavitación ultrasónica en líquidos, disminuyen en volumen y número cuando aumenta la frecuencia y cuanto mayor es la frecuencia, más baja es la caída de los ultrasonidos en los líquidos.

Esta es la razón por la cual la cavitación estética, que en muchas partes del mundo puede realizarse también en los centros de belleza por personal no médico, al actuar con ultrasonidos de alta frecuencia no se puede resolver el problema de la adiposidad localizada. Los niveles de ultrasonido permitidos en los centros de belleza son, por ley, calibrados para tratar solo la piel y no la grasa subcutánea que, siendo profunda, solo puede ser golpeada por instrumentos pertinentes para los médicos.

Con los ultrasonidos de baja frecuencia (los pertinentes a los médicos, con la cavitación médica) permiten alargar el período entre el efecto compresivo y el efecto de liberación dado por el efecto de cavitación, generando un mayor número de micro burbujas que alcanzan un nivel más profundo en las capas cutáneas logrando alcanzar el nivel de grasa subcutánea.