El tratamiento de la celulitis es el sueño de toda mujer. Sin embargo, cuando uno piensa en los tratamientos necesarios, de inmediato imagina escenarios largos y dolorosos. La radiofrecuencia, por otro lado, es un tratamiento no invasivo que funciona con la simple aplicación de ondas electromagnéticas profundas a la dermis. Usa calor para quemar grasa y eliminar el exceso de líquidos.
La radiofrecuencia es un tratamiento relativamente nuevo en el mundo de las técnicas de belleza no quirúrgicas. Mediante una alternancia de frecuencias eléctricas, la Radiofrecuencia permite:
1. Remodelación del cuerpo
2. La fusión de la grasa
3. La reducción de la celulitis
La radiofrecuencia se ha usado en el área quirúrgica por bastante tiempo: desde el área de cirugía plástica hasta el área de la oftalmología o en el área de cirugía ginecológica, por cierto, la radiofrecuencia se ha estado usando ya pasado los setenta años. Paulatinamente empezó a utilizarse en el área de la dermatología, en cosmetología, la cardiología, la neurocirugía y la hepatología.
Adicionalmente, las corrientes alternas de baja frecuencia se utiliza en el área de la fisioterapia debido su disposición de provocar contracciones en los músculos. En el área de cirugía, la radiofrecuencia habitualmente utiliza una frecuencia de electrones que se encarga de calentar los tejidos, esto le faculta para cortar, coser, curar, etc.
Desarrollos recientes en este campo han significado que la radiofrecuencia también se convirtió en un tratamiento contra la celulitis y la reducción de grasa. Con la inclusión de la criogenia (uso de sustancias de congelación) es posible, de hecho, proporcionar energía profunda a la dermis, mientras se protege la epidermis. El calentamiento obtenido causa alteraciones microscópicas en los tejidos y la constricción del colágeno en las capas más superficiales, con la consiguiente remodelación del cuerpo y sin dañar las capas externas de la piel.
Técnicamente hablando, la radiofrecuencia consiste en un cierto número de oscilaciones (u ondas) por segundo dentro del espectro electromagnético. Al aplicar energía de radiofrecuencia al cuerpo humano, que funciona como un conductor de un circuito eléctrico, la corriente se transforma en calor, que también se usa para cortar o coagular los tejidos. La radiofrecuencia difiere, en este sentido, del láser ya que proporciona calor a las capas más profundas de la piel.
El láser, por otro lado, puede influenciar el colágeno en la dermis superior, mejorando las líneas finas y las arrugas de la cara. La energía de radiofrecuencia, por el contrario, es capaz de penetrar profundamente y afectar la dermis profunda y las capas subcutáneas, lo que mejora la estructura del tejido subyacente compuesto de células adiposas y libera los líquidos atrapados.
Radiofrecuencia monopolar
El sistema monopolar o unipolar se refiere a un dispositivo técnico con un polo o electrodo que inyecta energía concentrada en un solo punto.
Radiofrecuencia bipolar
Con el sistema bipolar, la corriente pasa a través de los tejidos a través de dos electrodos colocados en la pieza de mano que funcionan como elementos del mismo circuito eléctrico. De esta manera, la corriente se irradia más a toda el área afectada.
Los efectos de la radiofrecuencia contra la celulitis
Gracias al calentamiento profundo de las capas de grasa profunda, la radiofrecuencia puede brindar beneficios en términos de:
• Reafirmación de los tejidos
• Mejor circulación sanguínea
Este segundo aspecto permite drenar los depósitos de grasa a través del sistema linfático, lo que reduce la aparición de celulitis y la retención de agua. Gracias al desarrollo de sistemas de radiofrecuencia cada vez más específicos, la mayoría de los pacientes informan que han logrado una mejora real en:
• Calidad de la piel
• Reducción temporal en la apariencia de la celulitis
• Reducción de centímetros
• Con riesgos mínimos y corto tiempo de inactividad
Número de tratamientos de radiofrecuencia requeridos
Dependiendo del dispositivo utilizado, puede ser aconsejable tener una frecuencia de tratamiento de dos veces por semana con un promedio de 8 a 10 sesiones en un programa de tratamiento, o una frecuencia de una vez cada dos semanas con un promedio de 8 sesiones en un programa completo.
Para mantener los resultados de radiofrecuencia también es necesario hacer visitas de mantenimiento mensuales: el médico podrá determinar un tratamiento específico para cada necesidad.
Riesgos y posibles complicaciones de radiofrecuencia para el tratamiento de la celulitis y la grasa
Durante el tratamiento, puede experimentar sensaciones de ardor u hormigueo cada vez que la energía de radiofrecuencia se libera en el cuerpo. Algunos dispositivos tienen mecanismos de enfriamiento integrados para proteger la piel del calor y hacer que el tratamiento sea más cómodo.
Dado que la tolerancia al dolor varía de persona a persona, es difícil cuantificar qué tan molesto es el tratamiento para todos. Esto también depende del dispositivo utilizado. Su médico también puede sugerir el uso de anestesia en forma de crema tópica que se puede aplicar a la piel antes del tratamiento y puede minimizar la incomodidad.
Los efectos indeseables informados con mayor frecuencia por el tratamiento de radiofrecuencia son:
• Hinchazón
• Enrojecimiento
• Hematomas en o alrededor del área tratada
Estos síntomas desaparecen en unos días o semanas. También hay informes de una sensación de piel seca en el área tratada durante un par de días: en este caso, es aconsejable humectar el área tratada con aloe vera.
Algunas personas pueden notar un ligero aumento en la producción de orina después del tratamiento. Esto se debe a que la acumulación de líquido entre las células del área tratada se descarga a través del sistema linfático.
Dependiendo del área a tratar y del dispositivo que se utilice, los precios de radiofrecuencia pueden oscilar aproximadamente entre $140 – 400 dólares por área corporal por sesión. Se necesitan entre 8 a 12 sesiones.